Una de las más curiosas fue la que presentó Joe Grand, dueño de la empresa Grand Idea Studio, quien mostró cómo se pueden hackear los parquímetros de San Francisco. Esto se debe a que no existe ningún modelo de comprobación para diferenciar si una tarjeta es verdadera o falsa.
Además explicó que no es demasiado complicado de hacer y que él logró cargarle a su tarjeta US$999.99, que es el máximo permitido.

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